….. Estas fotografías de Sebastián Miquel están reunidas bajo el amparo de la palabra Aluvión. Ella posee una extraordinaria resonancia en la historia política argentina. Su raíz meteorológica o bien geológica se desvanece. Pero lo importante es que remite sin duda a lo intempestivo.
A una tempestad insospechada y temida. A un derrame inesperado. A un acontecimiento mayúsculo, en este caso, de las multitudes argentinas. Ese aluvión está en las fotos de Seba Miquel, bajo una forma de sufrimiento, torsos desnudos, brazos enlazados y rostros endurecidos.
Son bellas por cierto pero son una invitación a sumergirse en una marea desdichada y luchadora. Se trata entonces de una belleza a la que se le suma un dolor, una expectativa y el signo de un tiempo agrio. No tranquilizan, al contrario; escandalizan y angustian dado el tiempo quizás enfermizo al que señalan. Y a la vez escoge al individuo que espera y lo padece.
Liliana Herrero, 2018. (prólogo del libro Aluvión)